Especializado en DIABETES, EDUCACIÓN DIABETOLÓGICA y MEDICINA INTERNA Aquí encontrarás temas relacionados a la medicina del adulto y otros temas interesantes
lunes, 28 de diciembre de 2009
El top ten de las declaraciones más absurdas !!!
2. Arnold Schwarzenegger, gobernador de California: "Creo que el matrimonio gay debería ser entre un hombre y una mujer" -Campaña electoral de 2003-
3. Donald Rumsfeld, Secretario de Defensa de EE.UU.: "Hay cosas que sabemos que sabemos. También hay cosas desconocidas conocidas, es decir que sabemos que hay algunas cosas que no sabemos. Pero también hay cosas desconocidas que desconocemos" -12 de febrero de 2002-
6. Gordon Brown, primer ministro británico: "El gasto público total seguirá aumentando y será de un 0 por ciento en el periodo 2013-2014" -1 de julio de 2009-
7. Bill Clinton, presidente de EE.UU.: "Depende de cuál sea es el significado de la palabra 'es'. Si 'es' significa 'es' y un nunca ha sido', eso es una cosa; si significa 'no hay ninguno', entonces fue una declaración completamente cierta"." -En 1998, en su testimonio del caso Lewinsky-
9. George W. Bush, presidente de EE.UU.: "Yo sé lo que creo. Seguiré expresando lo que creo y en lo que creo. Creo que lo que creo es lo correcto" -el 22 de julio de 2001-
El resto: http://www.tiramillas.net/albumes/2009/09/08/lista_declaraciones_absurdas/index_9.html
sábado, 26 de diciembre de 2009
miércoles, 23 de diciembre de 2009
Diabetic Nephropathy: Treatment & Medication
Specific and selective angiotensin II receptor antagonists.3 Compared with ACE inhibitors, ARBs are associated with a lower incidence of drug-induced cough, rash, and/or taste disturbances.The effect of aliskiren, a direct renin inhibitor, on proteinuria in patients with type 2 diabetes mellitus (n = 26) was assessed and compared with that of placebo, irbesartan (an ARB), and the combination of aliskiren and irbesartan.8
domingo, 20 de diciembre de 2009
sábado, 19 de diciembre de 2009
International Expert Committee Report on the Role of the A1C Assay in the Diagnosis of Diabetes
Glycated hemoglobin (HbA1c) is a form of Hb used primarily to identify the average plasma glucose concentration over prolonged periods of time. It is formed in a non-enzymatic pathway by hemoglobin's normal exposure to high plasma levels of glucose.
In the normal 120-day life span of the red blood cell, glucose molecules react with hemoglobin, forming glycated hemoglobin. In individuals with poorly controlled DM, the quantities of these glycated hemoglobins are much higher than in healthy people.
Once a hemoglobin molecule is glycated, it remains that way. A buildup of glycated hemoglobin within the red cell therefore reflects the average level of glucose to which the cell has been exposed during its life cycle.
An updated examination of the laboratory measurements of glucose and A1C by the current International Expert Committee indicates that with advances in instrumentation and standardization, the accuracy and precision of A1C assays at least match those of glucose assays. The measurement of glucose itself is less accurate and precise than most clinicians realize. A recent analysis of the performance of a variety of clinical laboratory instruments and methods that measure glucose revealed that 41% of instruments have a significant bias from the reference method that would result in potential misclassification of _12% of patients. There are also potential preanalytic errors owing to sample handling and the well-recognized lability of glucose in the collection tube at room temperature. Even when whole blood samples are collected in sodium fluoride to inhibit in vitro glycolysis, storage at room temperature for as little as 1 to 4 h before analysis may result in decreases in glucose levels by 3–10 mg/dl in nondiabetic individuals.
By contrast, A1C values are relatively stable after collection, and the recent introduction of a new reference method to calibrate all A1C assay instruments should further improve A1C assay standardization in most of the world. In addition, between- and within-subject coefficients of variation have been shown to be substantially lower for A1C than for glucose measurements. The variability of A1C values is also considerably less than that of FPG levels, with day-to-day within-person variance of _2% for A1C but 12–15% for FPG.
WHAT IS THE MOST APPROPRIATE A1C CUT POINT FOR THE DIAGNOSIS OF DIABETES ?
A recent analysis derived from DETECT-2 and including the 3 that were included in the 1997 report examined the association between A1C and retinopathy, objectively assessed and graded by fundus photography This analysis included _28,000 subjects from nine countries and showed that the glycemic level at which the prevalence of “any” retinopathy begins to rise above background levels (any retinopathy
includes minor changes that can be due to other conditions, such as hypertension), and for the more diabetes-specific “moderate” retinopathy, was 6.5% when
In summary, the large volume of data from diverse populations has now established an A1C level associated with an increase in the prevalence of moderate retinopathy and provides strong justification for assigning an A1C cut point of 6.5% for the diagnosis of diabetes. A recently published population-based study of 3,190 adults of Malay ethnicity independently concluded that A1C levels “in the range 6.6 to 7% were optimal for
detecting microvascular complications”
Me parece que lo más valioso NO es el diagnóstico, eso ya está más que claro, lo más importante son el enorme grupo de pacientes en alto riesgo o pre-diabéticos...
Fuente: DIABETES CARE, VOLUME 32, NUMBER 7, JULY 2009
viernes, 18 de diciembre de 2009
La HbA1c como método diagnóstico de diabetes
Antes de considerar cualquier cambio, también se debe conocer la recomendación actual de la OMS para medir la glucosa de 2 horas en pacientes con alteración de los resultados de la glucemia en ayunas, tal como se practica en muchos países; sólo se compara con la medición de la glucemia en ayunas o la HbA1c. Por otra parte, en estudios grandes de la HbA1c en la población se suele medir por el mismo método, o incluso el mismo instrumento, en un laboratorio central. Esto elimina las diferencias entre los resultados de la HbA1c del laboratorio y puede dar una falsa impresión de lo bien que la prueba se realiza de forma rutinaria.
Por último, el punto de corte de la HbA1c es 6,5%. Es probable que cualquier límite sea en cierta medida arbitrario, pero un objetivo propuesto para el uso de la HbA1c es ayudar a reducir el tiempo entre la aparición de la diabetes y el diagnóstico y para captar al tercio de los pacientes que tienen diabetes pero no lo saben . Sin embargo, dicen los autores, según datos de la encuesta de la National Health and Nutrition de EE.UU., el 50-60% de los pacientes con una glucemia en ayunas >7 mmol /l tendrá una concentración de HbA1c <6,5%.así,>
Conclusión
http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=63046&uid=465290
Diarrea del viajero
Aunque los tipos patológicos de E. coli son importantes en Asia meridional y el sudeste de Asia, los organismos invasores Campylobacter, Shigella y Salmonella) son causas relativamente más importantes de diarrea del viajero en Asia que en otras zonas de alto riesgo.
Los pacientes con diarrea del viajero deben hacer tratamiento empírico con antibióticos. Los antibióticos también son eficaces en la prevención de la enfermedad. Cuando se hace quimioprofilaxis, la mayoría de los autores recomienda la rifaximina, en una dosis de 200 mg, 1-2 veces/día (con las comidas principales), mientras que si la persona está en un área de riesgo se puede hacer un régimen alternativo, con 2 comprimidos de salicilato de bismuto (cada comprimido contiene 262,5 mg) en cada comida y antes de acostarse (un total de 8 comprimidos, o 2,1 g). En ensayos controlados que incluyeron estudiantes de EE.UU que viajaron a México, la reducción del riesgo en de diarrea del viajero mediante la profilaxis con rifaximina fue de aproximadamente el 70%, mientras que con salicilato de bismuto alcanzó el 65%. Las indicaciones de la quimioprofilaxis incluyen un viaje importante (con el fin de que una posible enfermedad no arruine el objetivo del viaje a corto plazo), enfermedades subyacentes que podrían ser agravados por la diarrea (por ej., la insuficiencia cardíaca congestiva) o que hacen a las personas más susceptibles a la diarrea (por ej., el uso diario de inhibidores de la bomba protones) o, casos en que los episodios anteriores de diarrea del viajero sugieren una mayor susceptibilidad a la enfermedad.
Fuente: http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=62710
jueves, 17 de diciembre de 2009
Un grito al cielo con toque Chapín !!!
Expand the Pharyngitis Paradigm for Adolescents and Young Adults
Etilismo, muy buena revisión...
Excelente y sencilla revisión sobre intoxicación con OH etílico...
Occam's razor (or Ockham's razor)
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Study assesses the effects of neuraminidase inhibitors in preventing or improving the symptoms of influenza
lunes, 7 de diciembre de 2009
La Quema del Diablo en Guatemala !!!
jueves, 3 de diciembre de 2009
Por tomás rosada
Los autores son dos economistas de la Universidad de Indiana y del Banco de Guatemala, Rubiana Chamarbagwala e Hilcías Morán. El título mismo del trabajo ya atrapa la atención de cualquier interesado en temas de desarrollo, no digamos si se tiene una noción mínima de lo devastadores que fueron los conflictos armados en Centroamérica.
La pregunta que se hacen los autores es ¿cuánto afectó los 36 años de guerra en la acumulación de capital humano en Guatemala? Por supuesto que con un poco de intuición se puede adelantar una respuesta cualitativa.
Una sociedad en guerra se educa menos por varias razones. Porque parte de su población en edad escolar está combatiendo en vez de estar estudiando, porque se distraen recursos públicos que debieran asignarse a educación y salud (formación de capital humano), porque se destruye la infraestructura productiva y con ello las oportunidades laborales de las personas, etcétera. Al final del día la consecuencia es una sola: una sociedad menos educada es menos productiva, con lo cual reduce sus oportunidades de crecimiento económico y de desarrollo social.
Sin embargo, la novedad del trabajo está en otra parte. En primer lugar, en su diseño metodológico y uso creativo de fuentes de información para intentar darle respuesta a la cuestión —¿cuánto menos dejamos de educarnos por culpa de la guerra?—. Y en segundo lugar, porque se suma a la literatura sobre el conflicto en Guatemala desde una perspectiva de desarrollo económico, cosa que no ha sido usual en el caso del país.
Para lograr dicho objetivo los autores combinan distintas bases de datos —los censos de población de 1983 y 2002, el informe de la Comisión del Esclarecimiento Histórico que surgió de los compromisos adquiridos en los acuerdos de paz, y el informe del Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI)—, así como varias técnicas microeconométricas propias del tipo de información al que tuvieron acceso.
De las muchas cosas interesantes que se pueden extraer del trabajo destaca cómo, a pesar de las restricciones metodológicas y de acceso a información, el estudio refuerza hallazgos que otros investigadores han tenido al tratar de explicar fenómenos relacionados con el rezago de ciertos grupos de nuestra sociedad: la población rural y la población indígena. Por ejemplo, en aquellos departamentos donde se registraron la mayor cantidad de violaciones a los derechos humanos, los hombres indígenas de las zonas rurales llegaron a educarse en promedio hasta 23 por ciento menos, y las mujeres indígenas de zonas rurales hasta 30 por ciento menos.
No está de más recordarnos que cuando se analizan trabajos como estos, deben interpretarse como meras aproximaciones a algo que sabemos es más complejo. Con efectos que trascienden más allá de variables simples, como la escolaridad de las personas o el ingreso que dejaron de percibir por no educarse lo suficiente. Evidentemente, hay otras dimensiones que no se pueden medir con los datos disponibles. Desde esa óptica, los resultados pueden ser considerados como un “límite inferior” de los efectos negativos del conflicto en nuestro nivel de desarrollo.
Después de haber leído el artículo y de haber escuchado a uno de los autores exponer sus principales conclusiones pensé en qué hubiera sido de nuestro país si en vez de poner a nuestros jóvenes a disparar tiros hubiéramos formado miles de maestros, contadores, bachilleres y técnicos agrícolas. Si en lugar de asesinar líderes los hubiéramos puesto a debatir en forma amplia y vibrante desde el seno de nuestros partidos políticos y desde el Congreso de la República para que imaginaran la Guatemala de hoy. O si en lugar de gastar en armas y municiones hubiéramos becado a jóvenes para que salieran al exterior y volvieran a prestar servicio público en vez de militar.
Pero también pensé en la esperanza que da saber que la condición humana reverdece, y ya hay otra vez una cantidad importante de jóvenes guatemaltecos que está fuera del país educándose, y que estará volviendo a dar su aporte en unos pocos años. Señal inequívoca de que la marea comienza a cambiar. ¡Ojalá nunca más se nos vuelva a ocurrir la grandiosa estupidez de desterrar a miles de compatriotas o decapitar a nuestras cabezas pensantes!
Excelente artículo !!!
Guatemala, 3 de diciembre de 2009
Cuentan que uno de los momentos más crueles se vive cuando una víctima de tortura cree que ya terminó el suplicio y éste vuelve a comenzar. En medio de una renovada y absurda polarización en Latinoamérica, hay un ruido de tambores que me pone nerviosa. Apenas comenzábamos a respirar luego del fin de los conflictos armados en el continente (o a lo mejor así lo quisimos creer desde nuestro más sentido anhelo de paz), cuando una nube negra amenaza con situarse de nuevo sobre nuestras cabezas.
El convenio entre Colombia y Estados Unidos para establecer siete bases militares estadounidenses en territorio colombiano levantó mucho polvo; sin embargo, ahora tendríamos que sumarle a lo anterior cuatro nuevas bases estadounidenses en Panamá, todas con sus respectivos sistemas de espionaje. Definitivamente, un salto atrás para una nación que peleó su soberanía hasta la expulsión de las anteriores bases militares de Estados Unidos en ese territorio.
Estados Unidos justifica la expansión de sus bases militares en la región como una forma de combatir el narcotráfico y el terrorismo. “Antes de los nuevos convenios los estadounidenses tenían 12 bases reconocidas (…), pero pese al despliegue de recursos y efectivos militares el narcotráfico seguía viento en popa y el país del norte continuó siendo el primer consumidor mundial de drogas. El terrorismo no está ni en América Latina ni en el Caribe, sino en los países a los que Washington lleva sus guerras y el dinero del narcotráfico que, según los estudiosos del tema, se lava mayoritariamente en los bancos estadounidenses, lo que hasta antes del estallido de la crisis económica actual habría contribuido a paliar los déficit fiscales”, dice la periodista Frida Modak.
Base 1: la de Comalapa en El Salvador. Base 2: en Honduras, la base Soto-Cano, antes Palmerola, donde llevaron al secuestrado Presidente Zelaya antes de sacarlo del país. Base 3: en Costa Rica, país sin ejército, en la base de Liberia funcionó hasta 1995 un sistema de radar que entra de nuevo en funciones, según Paul Trivelli, subcomandante del Comando Sur, quien señaló también que en la localidad de Caldera se invertirán 15 millones de dólares en una base naval en construcción. Bases 4 a 10: en Colombia hay siete bases, la más importante la de Palanqueros; los militares estadounidenses podrán usar todos los aeropuertos del país. Base 11: Perú, aunque sin bases estadounidenses, ha permitido el ingreso de militares de Estados Unidos y la construcción de instalaciones en Iquitos y Nanay, zona fluvial de la Amazonia peruana. Base 12: en Paraguay se encuentra la base militar Mariscal Estigarribia estratégicamente ubicada en la región del Chaco, a 200 km de Argentina y Bolivia y a 300 de Brasil, próxima al Acuífero Guaraní, la mayor reserva de agua dulce del mundo. Las bases 13 a 16 en el Caribe: la de Guantánamo en Cuba, la Reina Beatriz en Aruba, la de Hatos en Curazao y la de Vieques en Puerto Rico. Las cuatro bases que restan para llegar a 20 son las que se instalarán en Panamá.
El ex presidente colombiano Ernesto Samper dijo en una entrevista: “¿Van a traer los C17 para llevar masivamente a los narcotraficantes? ¡Por Dios! Esto es un portaaviones para vigilancia electrónica para el hemisferio y eso es lo que temen con razón, no solamente Venezuela (…), sino también Brasil y los países de Unasur”. Definitivamente, todos salimos perdiendo cuando los gobiernos invierten más en la industria de la muerte que en la de la vida, y la pregunta sería ¿y todo para qué?
Fuente: http://www.prensalibre.com.gt/pl/2009/diciembre/03/357191.html
Ingenuos hondureños !!!
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Why is there less risk of hypoglycemia with the newer analogs ?
There is also evidence that the relationship between insulin dose and response is different with rapid-acting insulin analogs vs regular human insulin. The peak effect with a rapid-acting insulin analog occurs at the same time regardless of the dose, but may be delayed with increasing doses of regular human insulin. This contributes to the increased risk for postprandial hypoglycemia associated with higher doses of regular human insulin.