Me encanta, y se aplica de maravilla a la medicina moderna después de tantos siglos:
Que yo sea moderado en todo, excepto en el conocimiento del arte; que con respecto a él sólo sea yo insaciable; que siempre quede alejada de mí la idea de saberlo todo y de conocerlo todo; concédeme fuerzas, tiempo, oportunidad y ocasión para rectificar siempre los conocimientos adquiridos, para extender su dominio; porque el arte es grandioso, y el espíritu del hombre puede igualmente extenderse indefinidamente, enriquecerse cada día con nuevos conocimientos; puede descubrir hoy muchos errores, y su saber de ayer y la jornada de mañana pueden traerle luces que no ha sospechado hoy.
¡Dios de la bondad! Me has elegido para velar sobre la vida y la muerte de las criaturas; héme aquí que me dispongo a mi vocación".
¡Dios de la bondad! Me has elegido para velar sobre la vida y la muerte de las criaturas; héme aquí que me dispongo a mi vocación".
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