El euskera, eusquera,vascuence, vasco, éuscaro, vascongado, o vizcaíno —ésta última en la Edad Moderna— (en euskera, la denominación más usual es euskara, con variedades dialectales como euskera, eskuara o üskara) que fue conocida como lingua navarrorum en latín, por ser lengua popular del Reino de Navarra, es una lengua aislada (sin relación con ninguna familia de lenguas en el mundo) y se considera la única pre indoeuropea (la mayor familia de lenguas del mundo en número de hablantes, La familia indoeuropea, a la que pertenecen la mayoría de las lenguas de Europa y el oeste de Asia, incluye a más de 150 idiomas hablados por alrededor de 3000 millones de personas, alrededor de un 45% de la población mundial) superviviente en Europa occidental, y por tanto, la de raíces más antiguas de esta región y entre las más longevas de las lenguas europeas.
En la actualidad unas 850.000 personas lo hablan (datos del 2006), a lo que hay que añadir otras 515.000 que lo entienden pero lo hablan con dificultad (bilingües pasivos), en algunos territorios del norte de España (Comunidad autónoma del País Vasco, Comunidad Foral de Navarra) y extremo suroeste francés (País Vasco Francés, en el departamento de Pirineos Atlánticos). La presencia del euskera en estos territorios define el concepto cultural y antropológico de Euskal Herria. Es una lengua minorizada por los idiomas dominantes castellano y francés y en la actualidad es minoritaria en estos territorios. Hay también algunas comunidades vascohablantes en el continente americano, en las cuales se pueden encontrar vascos de segunda y tercera generación que siguen hablando la lengua en el dialecto original, e incluso híbridos de los dialectos tradicionales, resultado del encuentro de vascos de diferentes regiones. En 2009 fue mencionado en el libro rojo de la Unesco sobre lenguas en peligro como un lenguaje vulnerable.
Es lengua cooficial desde 1982 en la comunidad autónoma del País Vasco y es considerada legalmente como lengua propia de la Comunidad Foral de Navarra junto con el castellano, aunque solo es cooficial en una de las tres zonas lingüísticas reguladas por la Ley Foral del Vascuence (dicha ley divide a la comunidad en tres zonas: vascófona, donde es cooficial, no vascófona y mixta). En Francia, el euskera, como otras lenguas minoritarias, no tiene reconocimiento oficial.
Se desconoce el ámbito lingüístico del euskera en la antigüedad. Para unos llegó a alcanzar desde el Golfo de Vizcaya al noroeste catalán: Gascuña, La Rioja, este de Cantabria, gran parte de Huesca, nordeste de Burgos, noroeste de Zaragoza, noroeste de la actual Cataluña y parte de los Pirineos Centrales, mientras que otros sitúan su origen en Aquitania y creen que su expansión hacia los territorios en los que se habla actualmente se produjo en tiempos históricos.
El euskera es la única lengua no indoeuropea de la península Ibérica y de Europa Occidental. Tuvo una marcada influencia en la evolución del sistema fonético del castellano (véase sustrato vasco en lenguas romances). Tras un periodo prolongado de declive, estuvo a punto de desaparecer: su lenta recuperación no comenzó hasta finales de la década de 1950 y principios de la de 1960. Con la llegada de la democracia, la Constitución de 1978 y el Estatuto de Guernica recogen su cooficialidad en el País Vasco, donde poco a poco ha vuelto a la vida pública. Asimismo, en el artículo 9.2 de la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra de 10 de agosto de 1982, se estableció la oficialidad del euskera en la zona vascoparlante de Navarra. La posterior Ley Foral del Vascuence de 1986 describe la zonificación lingüística en la Comunidad Foral de Navarra y la reconoce como lengua propia junto con el castellano, así como su cooficialidad junto con aquel en la zona denominada "vascófona". En el País Vasco francés, al igual que el resto de lenguas regionales francesas, el euskera no goza del estatus de lengua oficial.
En la actualidad unas 850.000 personas lo hablan (datos del 2006), a lo que hay que añadir otras 515.000 que lo entienden pero lo hablan con dificultad (bilingües pasivos), en algunos territorios del norte de España (Comunidad autónoma del País Vasco, Comunidad Foral de Navarra) y extremo suroeste francés (País Vasco Francés, en el departamento de Pirineos Atlánticos). La presencia del euskera en estos territorios define el concepto cultural y antropológico de Euskal Herria. Es una lengua minorizada por los idiomas dominantes castellano y francés y en la actualidad es minoritaria en estos territorios. Hay también algunas comunidades vascohablantes en el continente americano, en las cuales se pueden encontrar vascos de segunda y tercera generación que siguen hablando la lengua en el dialecto original, e incluso híbridos de los dialectos tradicionales, resultado del encuentro de vascos de diferentes regiones. En 2009 fue mencionado en el libro rojo de la Unesco sobre lenguas en peligro como un lenguaje vulnerable.
Es lengua cooficial desde 1982 en la comunidad autónoma del País Vasco y es considerada legalmente como lengua propia de la Comunidad Foral de Navarra junto con el castellano, aunque solo es cooficial en una de las tres zonas lingüísticas reguladas por la Ley Foral del Vascuence (dicha ley divide a la comunidad en tres zonas: vascófona, donde es cooficial, no vascófona y mixta). En Francia, el euskera, como otras lenguas minoritarias, no tiene reconocimiento oficial.
Se desconoce el ámbito lingüístico del euskera en la antigüedad. Para unos llegó a alcanzar desde el Golfo de Vizcaya al noroeste catalán: Gascuña, La Rioja, este de Cantabria, gran parte de Huesca, nordeste de Burgos, noroeste de Zaragoza, noroeste de la actual Cataluña y parte de los Pirineos Centrales, mientras que otros sitúan su origen en Aquitania y creen que su expansión hacia los territorios en los que se habla actualmente se produjo en tiempos históricos.
El euskera es la única lengua no indoeuropea de la península Ibérica y de Europa Occidental. Tuvo una marcada influencia en la evolución del sistema fonético del castellano (véase sustrato vasco en lenguas romances). Tras un periodo prolongado de declive, estuvo a punto de desaparecer: su lenta recuperación no comenzó hasta finales de la década de 1950 y principios de la de 1960. Con la llegada de la democracia, la Constitución de 1978 y el Estatuto de Guernica recogen su cooficialidad en el País Vasco, donde poco a poco ha vuelto a la vida pública. Asimismo, en el artículo 9.2 de la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra de 10 de agosto de 1982, se estableció la oficialidad del euskera en la zona vascoparlante de Navarra. La posterior Ley Foral del Vascuence de 1986 describe la zonificación lingüística en la Comunidad Foral de Navarra y la reconoce como lengua propia junto con el castellano, así como su cooficialidad junto con aquel en la zona denominada "vascófona". En el País Vasco francés, al igual que el resto de lenguas regionales francesas, el euskera no goza del estatus de lengua oficial.
El País Vasco concentra un gran volumen de industrias, es una de las regiones más ricas de Europa y ha pasado del 89,6% en 1990, al 117,1% de la media europea de PIB per cápita en el año 2002 y a un 125,6% en el 2005 (industria y construcción suponen el 38,18% del PIB), según datos del Eustat, crecimiento solo superado en la Unión Europea por Luxemburgo e Irlanda.
A mediados de los años ochenta, en plena crisis económica, se produjo la reconversión industrial y la reindustrialización, lo cual produjo un importante receso y, ya recuperada de esta situación desde hace años, es en la actualidad una de las regiones más desarrolladas de España encontrandose a la cabeza de esta en renta per capita con 32.133 euros, un 33,8% superior a la media nacional y 1023 euros por encima de la siguiente comunidad, Madrid. Según un estudio del Instituto Vasco de Estadística siguiendo metodología de la ONU la región alcanzó en 2004 uno de los Índices de Desarrollo Humano más altos del mundo. El Instituto Vasco de Estadística, calculó el Índice de Desarrollo Humano para el País Vasco siguiendo la metodología de la ONU, obteniendo 0,964.
Si se comparasen al País Vasco y a sus provincias con los países del mundo (no con otras entidades subestatales) Álava obtendría 0,975, con lo que se colocaría como la primera del mundo. Guipúzcoa, con 0,967 puntos, sería la tercera, y Vizcaya, con 0,958 puntos, la séptima. El conjunto de las tres provincias ocuparía el tercer lugar por detrás de Islandia y Noruega.
A mediados de los años ochenta, en plena crisis económica, se produjo la reconversión industrial y la reindustrialización, lo cual produjo un importante receso y, ya recuperada de esta situación desde hace años, es en la actualidad una de las regiones más desarrolladas de España encontrandose a la cabeza de esta en renta per capita con 32.133 euros, un 33,8% superior a la media nacional y 1023 euros por encima de la siguiente comunidad, Madrid. Según un estudio del Instituto Vasco de Estadística siguiendo metodología de la ONU la región alcanzó en 2004 uno de los Índices de Desarrollo Humano más altos del mundo. El Instituto Vasco de Estadística, calculó el Índice de Desarrollo Humano para el País Vasco siguiendo la metodología de la ONU, obteniendo 0,964.
Si se comparasen al País Vasco y a sus provincias con los países del mundo (no con otras entidades subestatales) Álava obtendría 0,975, con lo que se colocaría como la primera del mundo. Guipúzcoa, con 0,967 puntos, sería la tercera, y Vizcaya, con 0,958 puntos, la séptima. El conjunto de las tres provincias ocuparía el tercer lugar por detrás de Islandia y Noruega.
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