Un estudio elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dio a conocer el alto ascenso de la obesidad y la anemia entre las mujeres guatemaltecas. La desnutrición crónica en tanto, desciende tan despacio que, según afirmó el médico Reynaldo Martorell, autor del informe, el país tardará al menos cinco décadas en superar los déficits alimentarios si continúan las políticas actuales.
De acuerdo con la información presentada en ‘Intervenciones y opciones de políticas para combatir la desnutrición en Guatemala’, el porcentaje de sobrepeso aumentó del 38 por ciento en 1995 al 53 por ciento en 2009 en las mujeres ladinas, y del 28 al 47 por ciento en las indígenas.
“El sobrepeso y la obesidad afectan a la mitad de mujeres guatemaltecas. Esta cifra es alarmante: la proporción correspondiente a las mujeres mayores de 20 años en Estados Unidos es de 64 por ciento y la población latina llega al 76 por ciento”, indica el documento.
La gente come, pero mal
Para Martorell estas cifras son un indicativo de que el país necesita mejorar la calidad de los alimentos que ingiere. “En Guatemala no hay una deficiencia calórica, sino que la gente come mal. Compra calorías baratas, consume mucha azúcar, mucha chatarra, mucho carbohidratos simples. Y este tipo de dieta lo que produce es deficiencias de micronutrientes, anemia, y obesidad. Pero no hay desnutrición aguda, porque la gente come, pero come mal, lo mismo sucede con los niños”, dijo el experto.
La anemia en mujeres embarazadas se ha incrementado del 22.1 por ciento en 2002 al 29.1 en 2009. La de niños de 6 a 59 meses ha aumentado del 39.7 al 47.7 en estos 6 años.
Martorell explicó que las medidas para combatir la obesidad, y la anemia incluyen a muchas dependencias del Estado y que en Costa Rica, por ejemplo, se han reducido los niveles en los últimos años con un impulso de la comida sana en la dieta.
La mitad de la población es baja de estatura
“La madre guatemalteca (15-49 años) es de baja estatura, obesa y anémica. Su estatura es baja, y por lo tanto con mayor riesgo a sufrir problemas obstétricos al dar a luz. Esto es un reflejo de la desnutrición crónica de la niñez”, explica este informe.
El problema de la desnutrición en la época de lactancia, y la consiguiente baja talla, afecta al 50 por ciento de la población del país. El departamento con menor índice de estatura es Sololá, con un promedio de 144.4 centímetros, seguido de Quiché (144.5) y Huehuetenango (145.2).
La talla de la población es un reflejo de sus índices de nutrición, sobre todo en los 1,000 primeros días de vida. En Guatemala un 49.8 por ciento de los niños menores de 5 años padece de desnutrición crónica. En África es un 40 por ciento, mientras que en Asia es un 35 por ciento.
El Gobierno implementó La Ventana de los Mil días como uno de sus nuevos proyectos incluidos en el programa Pacto Hambre Cero. Está destinado a dar micronutrientes a las mujeres embarazadas y a sus hijos hasta los dos primeros años de vida; así como ofrecerles capacitaciones sobre el tipo de alimentación.
Pero a seis meses del inicio de este gobierno, el ambicioso programa todavía no ha comenzado a funcionar.
Fuente: http://www.elperiodico.com.gt/es/20120711/pais/214871/
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