Dos días después de anunciar su marcha a final de temporada (le queda un año de contrato y tendría que negociar su salida con el Madrid), Guti jugó ante el Barça su último gran partido en el Bernabéu, aún quedan tres de Liga en casa pero no son lo mismo. Nada más salir dejó destellos de la clase que aún conserva, aunque esta vez no resultara decisiva. Sin embargo, bastó su media hora, un solo toque de balón para recordar las cosas que le faltan a este equipo. Buenos pasadores que desatasquen el juego y saquen más provecho de la contundencia que tiene en su delantera; por cierto, ayer seca ante un imponente Víctor Valdés. Jugadores que influyan en el ritmo de los partidos, que pongan velocidad o pausa según las necesidades.
Muchos fichajes y mucho dinero gastado después cualquier entrenador del Madrid en los últimos años ha tenido que recurrir a Guti, no para asegurar lo que va bien, sino para encontrar una solución a un problema que millones de euros no han reparado. La llegada de Xabi Alonso era básica para este equipo, pero reforzar el medio campo con más ingenio que millones, también.
Yo personalmente solo agregaría que Cristiano se idolatra tanto a sí mismo, que le es imposible jugar sin exceso de presión, en éste Real Madrid NO es lo que Messi es para el Barsa, y que se calle la bocota porque Piqué le paro todo...
Fuente: as.com
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